Cuando hemos leído o escuchado un texto o discurso argumentativo, podemos saber si este fue planteado o no eficientemente. Para ello deberíamos responder de manera positiva las siguientes preguntas:
- ¿Conocía bien el tema en discusión?
- ¿Quedaron claras las razones por las cuales defendía una determinada posición?
- ¿Habló pausadamente demostrando seguridad, calma y preparación?
- ¿Conocía los puntos de vista distintos al suyo?
- ¿Fue respetuoso con la postura divergente a la suya?
- ¿Los argumentos presentados te crearon dudas sobre tu propia posición o postura?
0 comentarios:
Publicar un comentario